Aligerar tareas para mujeres el objetivo
A fin de aligerar las tareas que realizan las mujeres para cuidar a niñas, niños, adultos mayores, personas con discapacidad o con enfermedades, la Ciudad de México requiere espacios de cuidado colectivo y ampliar la cobertura de servicios para que estas responsabilidades no queden únicamente a cargo de los hogares.
Esto señala la investigadora Lucía Pérez Fragoso en el libro “¿Quién cuida en la ciudad?: aportes para políticas urbanas de igualdad”, editado este 2017 por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y coordinado por María Nieves Rico y Olga Segovia, donde autoras de la región analizan cómo promover el disfrute igualitario del espacio y el tiempo en las ciudades.
En el apartado dedicado a México, la también integrante de la Asociación Internacional para la Economía Feminista (IAFFE) destaca que, según datos del Consejo Nacional de Población y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2015 la población de 60 años en adelante representaba 14 por ciento de la población capitalina, lo que supone un incremento de las personas adultas mayores que necesitarán de cuidados.
También para 2015, el grupo de población de 0 a 14 años representaba 20 por ciento de la población de la Ciudad de México lo que supone retos para la capital que no cuenta con suficientes espacios de cuidado colectivo para todos y cada uno de los diferentes grupos de población dependiente.
Las mujeres son las principales encargadas cuidar a niñas, niños y adultos mayores; y aunque el Gobierno capitalino cuenta con políticas como las licencias de paternidad y maternidad, un programa de capacitación en materia de cuidado a mujeres y estancias infantiles para madres trabajadoras aún faltan tareas por realizar.
En el análisis, Pérez Fragoso propone que para hacer frente a estos retos la Ciudad de México puede diseñar campañas de concientización sobre el cuidado, crear un protocolo en la materia donde se señalen requisitos para brindar la atención y habilidades y calificaciones de quienes deben brindan los servicios de cuidado así como implementar un sistema de certificación de estas personas.
También señala la necesidad de que se transparente la información presupuestal sobre cuidado, reglamentar los centros de atención y cuidado infantil y promover el trabajo coordinado entre la Ciudad de México, las organizaciones de la sociedad civil y la academia para señalar las características y calificaciones con que se deben realizar las labores de cuidado.
Otras acciones que en opinión de la investigadora se pueden implementar a mediano plazo son crear un órgano regulador para coordinar facultades entre las distintas dependencias e instituciones de cuidado de orden público o privado, ampliar el número de escuelas de tiempo completo en zonas de alta densidad poblacional y de mayor pobreza, e incentivos para empresas que tengan espacios de cuidado propios.
Port otra parte, estimando que crecerá el número de personas adultas mayores que requieran de cuidado, la investigadora propone elaborar una propuesta integral de cuidado para quienes actualmente reciben la pensión alimentaria, tomando en cuenta las condiciones de sus cuidadores, así como temas de salud, accesibilidad y movilidad en espacios públicos.
Fuente: Cimacnoticias